sábado, 10 de noviembre de 2018

Teresa Rodríguez: "Podemos tiene que ser alternativa, no fuerza subsidiaria del PSOE"

La líder del partido morado en Andalucía aspira en confluencia con IU a arrebatar los votos de los socialistas descontentos con la gestión de la actual presidenta, Susana Díaz

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La coordinadora general de Podemos Andalucía y candidata a las próximas elecciones del 2 de diciembre, Teresa Rodríguez (Rota, 1981), se mantiene firme en su voluntad de no entrar en un eventual Gobierno con la actual presidenta andaluza, Susana Díaz. El 'susanismo' -dice- jamás puede representar el cambio. Y pretende que Podemos se mantenga como una alternativa al PSOE-A, que lleva casi años instalado en la Administración autonómica.
La dirigente gaditana tiene por delante tres intensas semanas en las que recorrerá su tierra de punta a punta de la mano de Antonio Maíllo, el líder de Izquierda Unida Andalucía y candidato a la vicepresidencia.Los dos han formado un tándem que pretende recoger los votos no sólo de los suyos sino también de aquellos descontentos con la gestión del PSOE-A a lo largo de esta legislatura en la que pactó con Ciudadanos
Rodríguez, que pertenece a la corriente Anticapitalistas, da por zanjadas las tensiones con la dirección estatal surgidas por haber impulsado la confluencia Adelante Andalucía. Aunque mantiene su pretensión de ganar cuotas de autonomía para la organización morada no sólo en su tierra sino también en el Congreso. Rodríguez se entrevista con Vozpópuli en el AC Hotel Atocha, junto a los andenes de la estación ferroviaria, desde donde pone rumbo a Sevilla. Apenas 48 horas después (el jueves), el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, arranca la precampaña en la capital andaluza en un encuentro con la militancia para explicar el acuerdo presupuestario sellado con Pedro Sánchez hace apenas un mes.
-¿El pacto firmado entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias perjudica a la actual presidenta andaluza?
-Yo creo que sí, porque pone de manifiesto cómo cuando el PSOE se sienta a acordar políticas con Podemos, el resultado es la mejora del Salario Mínimo Interprofesional, el blindaje de las pensiones públicas, la mejora de la financiación de la dependencia o empezar a regular los alquileres… Sin embargo, cuando haces lo que hace Susana -que es sentarse con Ciudadanos y con la derecha- lo único que han hecho en estos tres años es agujerear la Hacienda pública andaluza poniendo en riesgo los servicios públicos.
-¿Cómo pretende evitar que el debate nacional y el conflicto catalán empañen su campaña? 
-Tenemos una oportunidad que sólo se repite cada cuatro años de plantear soluciones a problemas estructurales de nuestra tierra. Y vamos a pedirle a nuestros líderes estatales que vengan a Andalucía a hablar de Andalucía. Al PP no le va bien que se hable de Andalucía porque saben que van a tener malos resultados. Y Ciudadanos hace política de la cuestión del modelo de Estado desde el frentismo y utilizando a Cataluña como forma de tirar de nuestros más bajos instintos, porque a ellos la cuestión social se les da mal.
Vamos a pedirle a nuestros líderes estatales que vengan a Andalucía a hablar de Andalucía Y Susana Díaz está cómoda porque nadie le pone en cuestión su gestión de tres años y nadie pone sobre la mesa que 100.000 millones de euros de fondos estructurales europeos después, volvemos al furgón de cola de la Unión Europea. Y los únicos que le estamos hablando de eso somos nosotros. 
-¿Cree que pueden 'arañar' votantes socialistas o ya se produjo todo el trasvase en 2015?
-Nosotros hicimos una encuesta que revelaba que había un 13% de votantes del PSOE que podían simpatizar con la confluencia. No con Podemos ni con Izquierda Unida sino con un nuevo espacio que hemos conformado con los andalucistas y con personas independientes donde se abre mucho más los requerimientos identitarios de esa opción política. No es necesario ser de Podemos o Izquierda Unida para simpatizar con la confluencia. 
-¿Puede penalizar a Podemos que Pablo Iglesias hable ya tan abiertamente de 'cogobernar' con el PSOE en 2020?
-Yo creo que la gente en Andalucía tiene claro que nosotros no lo vamos a hacer. No podemos hacerlo. No hay debate en Andalucía sobre eso, porque el 'susanismo' es continuidad, no es cambio. No puede serlo nunca.

Teresa Rodríguez se entrevista con Vozpópuli

Teresa Rodríguez se entrevista con Vozpópuli Javier Martínez


-Pero la estrategia de la dirección nacional choca con la suya...
-Sí, porque las realidades son distintas. Desde Andalucía, nosotros entendemos que el PSOE no es una fuerza de cambio. Hoy por hoy, no lo es. Por eso es necesario que nos postulemos como opción de cambio, que para eso nos organizamos y ese fue uno de los objetivos fundamentales de la creación de Podemos: ser una alternativa de Gobierno y no ser una fuerza subsidiaria de otras.Pero es que en Andalucía no hay debate sobre qué tipo de alianzas se tienen que tejer con el PSOE-A, porque en Andalucía es régimen puro.
-Usted marca una línea roja muy clara entre al socialismo y lo que denominan como el 'susanismo'. ¿En qué se distinguen? 
-La primera es una cuestión genealógica o biológica. Después de 36 años de gobierno monocolor, esta generación de socialistas no son los que vienen de la lucha contra la dictadura, ni de las luchas vecinales en los barrios, ni de los comités de empresa de la UGT. Son los que se han criado en las sedes y que han perdido completamente el contacto con la base social del socialismo. Eso es 'susanismo' puro y duro. Susana es el ejemplo de alguien que se ha criado políticamente en la cultura de las primarias, de la batalla interna para permanecer en el poder.
Cuando hablamos de redes clientelares, es un sistema en el que se han derribado las barreras entre Administración, gobierno y partido
Y la segunda es que Pedro Sánchez acaba de llegar. Pero el PSOE andaluz y el 'susanismo' está completamente enraizado no sólo en el Gobierno sino también en la Administración. Cuando hablamos de las redes clientelares, estamos hablando –más allá de la corrupción- de un sistema en el que se han derribado las barreras entre Administración, gobierno y partido. Hay vasos comunicantes y hay que recuperar esos muros, profesionalizar la Administración y hacer que sea ecuánime y no arbitraria, llena de comisarios políticos en absolutamente todas las esferas de la vida pública. A nivel estatal, la alternancia ha hecho que no se haya enraizado de esa forma el clientelismo. Y hay una tercera cuestión, que son los casos de corrupción.
-¿Le pasará factura el juicio por el caso de los ERE?
- Le está pasando factura ya, pero consiguen colocar el discurso de que en Andalucía al PSOE va muy bien. El PSOE viene de los peores resultados de su historia en la anterior legislatura y va camino de empeorarlos. 
-Pongamos que el PSOE andaluz vuelve a ganar y debe decidir entre ustedes o Ciudadanos para formar gobierno. ¿Qué le pedirán o qué le piensan ofrecer?
- Queremos hablar de eso cuando llegue el momento. Si desde la precampaña estamos hablando de la política de pactos, estamos construyendo una opinión presente. Es decir, trasladamos la idea de que el PSOE va a ganar porque tiene que ganar en Andalucía y punto (ironiza). Con lo cual, nos sobra la precampaña y la campaña entera, y parece que nosotros estamos llamados a ser una fuerza subalterna al PSOE. Nos negamos a aceptar esa realidad. Cuando tengamos los resultados, tendremos que evaluarlos. Y, en función de esos apoyos, sacaremos conclusiones y diremos qué vamos a hacer en el ámbito postelectoral. Aunque, sin duda, va a ser un espacio de negociación y de acuerdos.
No vamos a estar abiertos a pactos de estabilidad de ningún gobierno sino a poner sobre la mesa las prioridades que Andalucía necesita
Pongamos en el centro políticas concretas sobre las que negociar. Nosotros vamos a estar abiertos no a pactos de estabilidad de ningún gobierno sino a poner sobre la mesa las prioridades que Andalucía necesita. Exactamente en los mismos términos en los que se ha planteado el acuerdo presupuestario a nivel estatal. En definitiva, las políticas concretas. Y, en torno a ellas, negociar. Creo que ese puede ser bueno para la gente. Se traslada la idea de que la inestabilidad de los gobiernos es mala para los ciudadanos, pero cuando más inestable hemos estado por abajo es cuando ha habido mayorías absolutas, especialmente del PP en los últimos años.
Además, el Gobierno del PSOE ha sido absolutamente desleal con sus acuerdos de legislatura. Lo fue con Izquierda Unida cuando acordó en su pacto de gobierno veintitrés leyes, de las cuales han puesto en marcha sólo dos. Y eso fue un acuerdo firmado. Y lo ha sido con Ciudadanos también. Por eso nosotros no vamos a tener esperanzas de que para la próxima legislatura Susana Díaz vaya a cumplir su pactos. No, no. Va a ser un día a día; de negociación de Presupuestos, de leyes, de medidas e iniciativas concretas.
-¿Cree que sería un buen punto de partida para esa negociación, por ejemplo, la presidencia del Parlamento andaluz?
- Nosotros queremos la presidencia del Gobierno. Y queremos un Consejo de Gobierno en Andalucía que ponga sobre la mesa las prioridades y las urgencias que tiene Andalucía. A eso es a lo que aspiramos y para eso nos presentamos a las elecciones.
-¿Y si no se da el caso?
- Pues entonces lo hablaremos después de las elecciones y veremos, en función de los resultados, en qué posición nos colocan los andaluces y andaluzas. Habrá que ver el número y el porcentaje de votos, la posición en la que estamos, y todo eso es lo que hay que valorar. Pero ahora aspiramos a presidir la Junta de Andalucía.  
-El jueves será el primer acto de Pablo Iglesias en Andalucía desde hace tiempo. ¿Cómo es actualmente su relación con el secretario general?
- Mi relación a nivel personal siempre ha sido buena, incluso cuando hemos discrepado abiertamente a nivel político y hemos tenido discusiones orgánicas muy duras. Creo que hemos colocado el proyecto por encima de nuestro orgullo. Y la relación siempre ha sido buena y lo sigue siendo a día de hoy. Respecto a la relación política, creo que después del proceso de primarias, la organización a nivel estatal –no sólo Pablo Iglesias- sino el conjunto de la dirección, ha entendido que la mayoría de inscritos e inscritas necesitábamos ese espacio propio de confluencia donde creáramos un sujeto netamente andaluz que necesitábamos para ganar las elecciones en Andalucía.

"Para las elecciones andaluzas, sí hemos podido hacer las cosas exactamente como queríamos hacerlas"

"Para las elecciones andaluzas, sí hemos podido hacer las cosas exactamente como queríamos hacerlas" Javier Martínez.
-¿Pero por qué tensó tanto la cuerda la dirección nacional por esta confluencia? Llegaron a temer que usted estuviese intentando crear un nuevo partido y arroparon a una candidata frente a usted en las primarias...
- Creo que la obligación de la dirección a nivel estatal –intento ponerme en su perspectiva- era salvaguardar el proyecto centralizado y con un mayor control de su desarrollo desde Madrid. Quizás ellos tenían ese celo por ver la realidad desde una perspectiva concreta y mi obligación como secretaria general de un partido en Andalucía era pelear por la autonomía y defender la capacidad que debemos tener los territorios de autogestionarnos. Es una tensión razonable donde los inscritos e inscritas han hablado y han reclamado ese espacio propio. Y después de ese proceso, nosotros hemos notado la confianza de la dirección a nivel estatal.   
-¿Ha alcanzado ya el grado de autonomía orgánica que reclamaba?
- De momento, para las elecciones andaluzas sí hemos podido hacer las cosas exactamente como queríamos hacerlas. Aprobar un programa con la participación de las bases, con participación orgánica, con un proceso de enmiendas, de abajo a arriba, donde el resultado final es un proceso de debate de lo local a lo comarcal y de lo provincial a lo andaluz. Las listas se han podido elaborar en las provincias con inscritos e inscritas implicados en la construcción del partido y de movimientos sociales en el propio territorio frente a un proceso que antes estaba más prediseñado desde Madrid porque éramos una fuerza donde no había direcciones autonómicas consolidadas. En este caso ha sido así y también en la política de alianzas. En la forma de construir la confluencia hemos sido absolutamente autónomos.        
- ¿Qué más necesita entonces?
-Pues nos gustaría que, al igual que hemos podido tomar los mandos para el proceso de las elecciones andaluzas, que fuera una realidad para las elecciones generales. Que los territorios tuviéramos las riendas del proceso de elección de nuestros representantes en el Congreso de los Diputados y que tuviéramos un protagonismo especial en el nuevo grupo confederal en el Congreso.
Nos gustaría que tuviéramos un protagonismo especial en el nuevo grupo confederal en el Congreso"
- ¿Al estilo de En Marea o En Comú Podem?
-Nosotros lo vamos a defender porque entendemos que nuestra organización se tiene que parecer al país que proyectamos, al modelo de Estado que llevamos en nuestro programa, donde esa plurinacionalidad tiene que tener presencia en el grupo confederal. Yo creo además que ha funcionado muy bien y no ha habido contradicciones de discurso entre los distintos elementos de ese grupo. O sea, que ha sido una fortaleza y no una debilidad esa realidad multipolar. En su momento, nosotros lo defendimos como fórmula. Y tendremos que tener este debate en su globalidad. No vamos a ser el 'lobby' andaluz dentro de Podemos, sino que vamos a defender una organización más federal y un grupo parlamentario más confederal.

Teresa Rodríguez.

Teresa Rodríguez. Javier Martínez
Esa va a ser la posición que vamos a defender en los debates orgánicos. Y lo vamos a hacer de la mano de los compañeros valencianos, extremeños o castellano y leoneses. Es un debate sobre el modelo de organización. Una organización que nació muy centralizada, por circunstancias –tenemos sólo cuatro años de historia- y, lógicamente, para tener garantías, eso estaba muy centralizado desde Madrid; casi desde el núcleo de la Complutense. Ahora no. Ahora Podemos es una realidad mucho más arraigada en el territorio, que ha mutado porque se quiere parecer a la gente que representa en las instituciones y de la que quiere ser una herramienta útil.
-¿Pero ha quedado diluido su mensaje andaluz?
-Queremos que el debate andaluz tenga protagonismo en el Congreso. Y creemos que no lo tiene no sólo por parte de nuestro grupo confederal sino que, en los discursos públicos, Andalucía ha estado ausente. Lo vemos en las intervenciones del propio Congreso, donde siempre se habla de Andalucía para hablar de corrupción. En Andalucía, el discurso siempre ha estado muy vinculado a la cuestión social. Y yo creo que nosotros podemos aportar en ese sentido al resto del país para recuperar el protagonismo de la cuestión social.
"En las intervenciones del Congreso siempre se habla de Andalucía para hablar de corrupción"
- En caso de que obtengan un buen resultado con esta coalición electoral, ¿cree que el formato de Adelante Andalucía debe exportarse a otras comunidades?
- Nosotros sólo podemos recomendar que se haga. Para nosotros, de momento, está siendo muy satisfactoria. Tenemos buenas sensaciones. Habrá que ver los resultados y hacer un análisis y una lectura política. Pero nosotros animamos a los demás sobre todo a hacer confluencias que no sean en frío. Que no se hagan justo antes de las elecciones con una negociación en un despacho donde se pelea por los puestos en una lista. Nosotros llevamos dos años cocinando a fuego lento la confluencia en Andalucía. Y eso, al final, se ha notado. Más allá de una coalición, nosotros hablamos de confluencia porque pensamos en un río, donde hay aportes que vienen de distintos lugares y aportan al cauce común que es cada vez más grande y baja con más fuerza.
- Dicen que usted hace buen tándem con Antonio Maíllo. ¿Qué les aporta Izquierda Unida?
-Nos aporta la experiencia de gobierno en más de ochenta municipios de Andalucía; nos aporta la experiencia de gestión municipal en más de ochocientos municipios donde tiene grupos municipales –que está muy por encima de nuestra representación a nivel municipal; y nos aporta también la línea de la coherencia. IU ha sido en no pocas ocasiones los guardianes de la esencia, del poder plantear en los momentos más duros que había alternativas a las políticas neoliberales, que era posible hacer las cosas de otra forma. Y eso, a una organización nueva como la nuestra, nos aporta el bagaje y la trayectoria y el arraigo al territorio que nos faltaba simplemente por nuestra juventud.
IU nos aporta el bagaje y la trayectoria y el arraigo al territorio que nos faltaba por nuestra juventud"
-¿Se equivoca la dirección estatal a la hora de proteger tanto la marca y las siglas de Podemos?
-Nosotros hemos hecho esa reflexión en Andalucía. Y, para nosotros, uno de los aprendizajes más importantes que hemos tenido son las elecciones municipales. Y ha sido, precisamente, donde más nos hemos disuelto como identidad; donde hemos puesto el proyecto a disposición de formatos distintos en los pueblos y ciudades de España. Donde cada uno ha utilizado el bagaje acumulado por Podemos –que tiene muchísima potencia- para construir proyectos más adaptados al territorio, donde no se vea como una especie de franquicia que va instalándose en las comarcas de este país, sino como algo que nace desde abajo y que Podemos aporta a su construcción. Más en torno a un programa y unas ideas que en torno a una identidad o unas siglas o a un aparato.

Teresa Rodríguez.

Teresa Rodríguez. Javier Martínez
Yo creo que nosotros no debemos aspirar a ser un partido que dure 140 años como el PSOE. No estamos llamados a ser eso. Estamos llamados a ser quienes abramos permanentemente el espacio por el que se va colando una corriente de cambio que tuvo uno de sus momentos más importantes en el 15-M, pero que tiene que seguir buscando los huecos por los que colarse. Fundamentalmente con un objetivo, que es trasladar la idea de que no tenemos que resignarnos a vivir sin derechos. Que todo lo que nos han quitado en los últimos diez años en materia de derechos laborales y de servicios públicos de calidad, en materia de libertades públicas, no es una realidad con la que la siguiente generación se tenga que conformar. Eso fue resultado de decisiones políticas que podemos revertir. Cuando la gente se acostumbre a eso, Podemos ya no tendrá nada que hacer.
-¿Andalucía es una nación?
Andalucía es una nación no porque lo diga yo, sino porque viene recogido en el Estatuto de Autonomía de Andalucía que ni siquiera el PP fue capaz de oponerse a él cuando se aprobó en 2007 y donde aparece como una realidad nacional. Y lo es, entre otras cosas, porque se lo peleó en las calles en una movilización en el año 77 y porque luego lo confirmó en un referéndum para ser reconocida como la que más. Y se le reconoció ese estatus de nacionalidad o de nación, que yo no sé todavía muy bien la diferencia entre ambas. Es como un matiz eufemístico. Otra cosa es que quiera caminar hacia un proceso de independencia o de autodeterminación para convertir una nación en un Estado. Pero nación y Estado no tienen por qué ser sinónimos. Creo que vivimos en un país plurinacional, rico por ello, donde nación y Estado no tienen que ir de la mano necesariamente.  
-¿Tendrá repercusión en la campaña la polémica por la venta de armas a Arabia Saudí?
-Es un debate y una discusión histórica. Ahora está en los titulares de la prensa estatal, pero en la bahía de Cádiz se ha hablado mucho sobre la necesidad de hacer una apuesta seria por la industria y los astilleros públicos. No sólo los de allí, sino del conjunto del país, que se han abandonado durante los últimos cuarenta años, desde la reconversión industrial. Hay un abandono de la política industrial pública del Estado, un desmantelamiento encubierto que se ha evitado solamente por la vía de la movilización. Los gaditanos saben que tienen que salir a la calle a defender los astilleros cada cierto tiempo.
Se lleva pidiendo desde hace mucho tiempo una reconversión de los astilleros que apueste por las renovables"
Y, por otro lado, la cuestión de Arabia Saudí, a parte de la cuestión de los derechos humanos y la guerra con Yemen, nos hace muy dependiente de pedidos concretos que duran cinco años. Y la gente en Cádiz como más de cinco años de sus vidas. Se lleva pidiendo desde hace mucho tiempo una reconversión de los astilleros que apueste por las renovables, por construir aerogeneradores, por plataformas flotantes de índole civil, por construcción de infraestructuras flotantes. Sin embargo, nos hemos especializado sólo en industria militar y en pedidos de ese tipo que son muy puntuales.
Fuente: www.vozpopuli.com
DIEGO MOLPECERES
JAVIER MARTÍNEZResultado de imagen de adelante andalucia

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