viernes, 7 de diciembre de 2018

Las tres tradiciones de la izquierda

<p>Teresa Rodríguez </p>
Teresa Rodríguez  LUIS GRAÑENA

La semana de la llegada de la extrema derecha a las instituciones deja muchas preguntas en el aire. La más interesante de ellas es ¿qué carajo le pasa a la izquierda? Tal vez lo único que le pasa, aunque siempre se la acuse de lo contrario, es su amor por las tradiciones.
Una tradición bien arraigada en la izquierda, la principal quizá, es el infantilismo, como recuerda cada vez que puede –y bien que hace– el expresidente de Uruguay, Pepe Mujica. La izquierda, como niño eterno en edad caprichosa, se queda en casa si el momento social no ha conseguido emocionarla lo suficiente. Que me den épica o que me dejen tranquilo, dice el niño, sabiendo de sobra –ya tiene una edad el nene– que la épica no es siempre posible, ni todos los sueños abarcables aquí y ahora. Otra tradición de la izquierda –consecuencia lógica del infantilismo– es el debate, eterno y ombliguista después del descalabro. Ahora, de forma extraordinaria, toca revisarlo todo, como siempre. Cómo es posible que, teniendo la razón, un porcentaje importante de la población haya elegido opciones políticas de extrema derecha. ¿Habrá sido culpa de la abstención?, se pregunta fumando en pipa el intelectual de izquierdas que se quedó en el sofá el día que había que bajar a votar. ¿Habrá sido culpa de los medios de comunicación, que le han dado extrema visibilidad a un partido de extrema derecha que era ayer minoritario? ¿O será culpa de los que los han silenciado, provocando el efecto contrario? Desde luego, dicen los debatidores eternos, habrá sido culpa de la propia izquierda –hacer autocrítica es la forma más eficaz de conseguir el debate eterno–, incapaz de articular propuestas transversales que blablablá. ¿Será que hemos elegido las instituciones sin estar en las calles? ¿O habrá sido al revés, que de tanta calle damos poca confianza institucional? Debatamos: cuál es la prioridad ahora, ¿parar al fascismo –cómo se para algo que llega en forma de persona normal votando barbarie en una urna– o reconstruir –otra vez– la propia izquierda?
La tercera tradición de la izquierda es la de no reconocer al otro que dice serlo. ¿Cómo se va a poner la izquierda de acuerdo en unos mínimos si no se aclara sobre quién lo es? Ahora la derecha pagará la fragmentación del voto, predijeron algunos al ver por primera vez en el lado diestro más partidos que a la izquierda y no habían acabado sus predicciones cuando la escena de PP, Ciudadanos y Vox fundiéndose en un abrazo fraternal y exitoso le daba la vuelta al mundo.
Quizá la izquierda, políticos, militantes y simpatizantes, debería probar un cambio de estrategia: mandar a la mierda las tradiciones. Quizá la izquierda necesita dejar de lado la épica para enamorarse de lo efectivo. Aceptar que no se acerca uno a la urna para cambiar el mundo, sino para que no le cierren el ambulatorio del barrio. Aceptar que esto no va de sueños sino de –hay tanto que aprender de la derecha– aburrida realidad. Quizá los lemas electorales de la izquierda no deberían de, nunca, ir más allá de “recuerda levantarte de la cama el domingo”. Quizá la izquierda debería perderse menos en pajas autorreferenciales y debatir sobre la sociedad, esa cosa fea y con aristas que no siempre se mueve a golpe de ética ni de sueños. Y quizá la izquierda tendría que enterrar de una vez esa tradición que la lleva a sentirse mejor cuanto más pura sea, es decir, cuanto menos útil sea. Ponerse objetivos realistas –no los hay, no hay norte– que se cumplan a medio plazo y dirigirse hacia ellos, sin guerras internas y egos. Sería una buena forma de empezar.
Fuente: ctxt.es
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El PP contra la sanidad pública.



PODEMOS

Casado prosigue su carrera por ser el más de derechas de España.

Su nuevo objetivo: acabar con la sanidad pública.
La Marea Blanca frenó el plan privatizador de Lasquetty en la Comunidad de Madrid, y desde Podemos defenderemos la sanidad pública en todo nuestro país.


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"Ni Podemos ni Ganar Cádiz convocaron la manifestación contra Vox"

Eva Tubío, como portavoz del equipo de Gobierno, afirma que el PP "miente" cuando hace esta afirmación.

Contenedores de basura ardiendo tras los altercados del martes pasado.
Contenedores de basura ardiendo tras los altercados del martes pasado. LOURDES DE VICENTE

Eva Tubío, concejala de Cultura y Vivienda del Ayuntamiento de Cádiz, ha sido la encargada de dar cuenta de los diferentes acuerdos adoptados por la Junta de Gobierno Local celebrada en la mañana de hoy. Tras esto se le ha preguntado por si el Consistorio ha evaluado los daños ocasionados en la ciudad por un grupo de violentos durante la manifestación celebrada el martes para protestar por los resultados electorales en la comunidad del pasado domingo. Su respuesta ha sido que "no hemos evaluado los daños porque pensamos que no es algo que nos corresponda a nosotros. Evidentemente hemos mostrado nuestra preocupación por los establecimientos que los han sufrido".
Para la edil de Ganar Cádiz "es evidente que ninguna fuerza del equipo de Gobierno tuvo nada que ver en la convocatoria de la manifestación, lo que afirma el PP es mentira. Eso sí, lo sorprendente es que ellos no estuvieran presente en una concentración que fue un éxito considerándose un partido democrático, como sí lo hicieron muchos ciudadanos".
Fuente: diariodecadiz.es

De aquellos polvos estos lodos

Desagües Árabes Salobreña, Granada Walimai.photo
Por Carlos ARENAS POSADAS
Con el descomunal batacazo en las elecciones del domingo pasado han terminado, más que probablemente, casi cuarenta años de gobierno del PSOE –me resisto a llamarlo gobierno socialista-en la comunidad andaluza. La sorpresa ha sido doble para quienes conociendo el letargo de las instituciones andaluzas, esperábamos que el desfallecimiento desembocara en un trasvase de votos hacia la izquierda
Los demoscópicos harán  análisis que se explican en sí mismos; los políticos de cortos vuelos irán ahora “casa por casa” para tener una idea exacta de la desafección electoral y tratar de recuperar su confianza en próximas ocasiones.  Les ahorro la visita a la mía y les ofrezco mi primera impresión:
  1. El PSOE-A nunca ha tenido un proyecto de país andaluz como sí lo han tenido Madrid, el País Vasco, Cataluña o La Rioja. Es decir, un proyecto ilusionante de desarrollo económico y social que enganchara en un proyecto común al conjunto de la ciudadanía andaluza desde Ayamonte hasta los Vélez. Tras unos primeros años donde se manifestó una errática política de desarrollo endógeno, los esfuerzos realizados por parte de la Junta de Andalucía han ido encaminados a sostener una estrategia de “subdesarrollo racional” consistente en mantener para Andalucía un sistema de dependencia política del capitalismo español y transnacional a cambio de las ayudas interregionales y europeas que sirvieran para mejorar en algo las rentas de los andaluces y los servicios sociales.
  • Dicho de otra manera, el PSOE-A se ha mantenido en el poder por haber garantizado  la permanencia de intereses coloniales en Andalucía, siguiendo una trayectoria que principió a finales del siglo XIX y que se consolidó durante el franquismo. A cambio de sumisión política a esos intereses, el Partido ha desempeñado el papel de crupier de banca que ha repartido compensaciones y subsidios, lo que le ha deparado réditos electorales durante 36 años y la posibilidad de ocupar para sus cuadros las instituciones autonómicas habidas y por haber. No es raro pues que, en base a esa misión histórica, los socialistas andaluces hayan representado tan importante papel en Madrid, al menos en los años del encaje autonómico y con Europa,  como en Sevilla.  Frente a ellos,  tampoco ha sido casualidad que las derechas indígenas sólo hayan parido dirigentes perdedores o mediocres.
  • El PSOE-A se ha mantenido en el poder durante tanto tiempo porque supo generar una distributional coaligation de amplio espectro en la sociedad andaluza: desde el empresariado paniaguado que campa en la CEA hasta las familias pobres del medio rural que han visto, efectivamente,cómo el subsidio ha sido una alternativa a la indigencia, cómo sus calles y plazas se han adecentado y hay escuelas para sus hijos, pasando por una amplia clase media -a la que pertenecen los dirigentes del partido obrero-, a una parte de la cual se ha ofrecido empleo fijo y bien remunerado en las instituciones y, sobre todo, una distinción selectiva en colegios privados y concertados,en casetas de feria y hermandades, en guetos “nacionales” en las ciudades; es decir, se le ha permitido seguir sacando provecho de un capital social endogámico, de una selección darwinista de los individuos que los ha catapultado al poder económico o político.
  • Bien,pues toda esa estrategia ha fracasado el 2-D. ¿Qué ha pasado? Se dice: la izquierda se ha desmovilizado; medio millón o más de votantes de izquierdas se ha quedado en su casa. Por supuesto. Hay una lectura fácil del fenómeno: la victoria del PSOE estaba tan cantada que una parte de sus votantes se ha desentendido. Hay otra lectura algo menos simple. Desde hace años, desde 2008,la distributional coaligation a la que he aludido no ha dejado de tener fallas importantes:  los recortes, el gobierno del PP en Madrid,la inquietante situación de las transferencias por la cuestión catalana, por el Brexit y por el futuro de Europa en general y de la Europa del sur, etc., etc.,han producido una minoración de la capacidad distribuidora del crupier socialista, lo que se ha traducido en un deterioro importante de las prestaciones y de los servicios sociales sin que, por la ausencia de sentido de país, la Junta haya querido modificar la trayectoria de un capitalismo andaluz que sigue caracterizado por las elevadas tasas de paro, la precariedad laboral, la ausencia de futuro para los jóvenes, el empobrecimiento de las clases medias, etc.,etc.  
  • Históricamente al pueblo andaluz se le ha privado de su libertad para decidir. No se me entienda en clave nacionalista; me refiero a la incapacidad de muchos andaluces para decidir qué hacer con sus vidas. El muy desigual reparto del capital en Andalucía –de todas las modalidades del capital- ha conducido a la supeditación de los más a las decisiones de una minoría, antes del señorito y del cacique, hoy del empleador monopsónico al que se teme o del partido jacobino que paternalmente piensa por todos. A falta de esa libertad, a muchos andaluces solo le han quedado dos opciones: o emigrar –cuando les han dejado- o someterse para sobrevivir. Mientras la supeditación hacia el empleador o al político da sus frutos, el vínculo personal o ideológico entre cliente y patrón se mantiene, pero se rompe dando paso al agravio  cuando los términos de la transacción se anulan o desvirtúan. Nada hay más subversivo que un sumiso despechado; en democracia, la abstención puede ser la más suave delas venganzas; la más severa es votar la opción política que más daño pueda hacer y eso es lo que le ha pasado al PSOE.
  • Como decía, tanta o mayor sorpresa ha causado la caída de Adelante Andalucía; una coalición electoral llamada a recoger los votos desafectos del PSOE-A y que no ha podido mantener siquiera la representación de los partidos que en 2015 se presentaban separados. Obviamente,la explicación de esa caída debe ser distinta a la apuntada para el partido dela Junta por el simple hecho de que no ha tenido responsabilidades de gobierno.  Nada que reprochar a sus líderes, personas honestas y bien intencionadas, nada a su propuesta andalucista a pesar de que la bandera andaluza esté hoy achicharrada y polvorienta por más de tres décadas de andalucismo de guardarropía de la Junta.
Podría decirse con razón que Adelante Andalucía ha pagado la fragmentación de las corrientes en ese proyecto transversal e interclasista que es Podemos, pero habría que añadir que tanto se puede defraudar al electorado desde el poder como desde la alternativa de poder. Podemos se presentó después del 15-M como el partido de la utopía, dela democracia real para los españoles y para los andaluces; eso le permitió subir espectacularmente como suben las acciones en mercados especulativos; tan rápidamente como suben, las acciones se desploman y, lo que es peor, provocan que una parte de los “indignados” con el sistema se adscriban a las “soluciones”más estrafalarias; no otra cosa ha ocurrido en Estados Unidos y está ocurriendo en el Reino Unido, Italia, Alemania o Francia.
  • Tras la decepción por los resultados, ahora toca gritar el “no pasarán”; está bien,que no pasen, pero lo que debe tocar sobre todo es edificar y hacer creíble un proyecto de país, un nuevo camino andaluz que sirva no solo para convencer alos ya convencidos sino para pasar a la ofensiva y atraer a muchos que, siendo también clases populares, hoy se abstienen, votan otras opciones o están siendo atraídos a la órbita de los fachas. Vemos cómo en muchos pueblos andaluces el triunfo de la izquierda se repite desde hace décadas elección tras elección; no se trata de una fidelidad religiosa sino de la fidelidad a un proyecto municipal y comunitario del que se obtienen ventajas materiales para la población. Ese debe ser el camino.
  • El triunfo de las derechas no solo se explica por demérito de las izquierdas, dela simulada o de la real; también por los “méritos” de los partidos de la derecha y en especial de VOX. Varios centenares de miles andaluces han votado esta opción política sin haber leído una línea de su programa político. Su éxito relativo –apenas ha alcanzado el 10 por ciento del electorado- se explica por razones que están en la cabeza de todos; razones de índole global –la exportación de la estulticia trumpista- y europea –el ascenso de la ultraderecha- que han permitido a los fachas de siempre, antes en el PP, perder la vergüenza y confesar abiertamente que lo son. A eso se ha sumado la invasión de líderes nacionales que han apelado a los más zafios y viscerales sentimientos anti-catalanistas y xenófobos que han calado en poblaciones que viven de cerca, como ocurre en Almería o en el Campo de Gibraltar, el fenómeno dela inmigración. Me parece que a esas razones habría que añadir al menos una más: el interés de la banca española por enmarañar la vida política sacudiendo el espantajo del fascismo; con ello trata de salir indemne de la crisis de legitimidad de sus operaciones y de encontrar un clima político propicio y atemorizado que le permita seguir siendo el faro privilegiado de la Marca España.
  1. Con independencia de los deméritos de la izquierda o de los “méritos” de la derecha, creo que hay que ver este momento como una oportunidad histórica para abrir una nueva etapa; antes que sumergirse en el desánimo, de Andalucía, de sus intelectuales, sindicatos, organizaciones civiles, de los movimientos feministas, etc., deben surgir ideas e iniciativas verdaderamente regeneradoras –miles de jóvenes manifestándose espontáneamente el día de ayer fueron la primera demostración- que abran ese nuevo camino al que me refería. Todo lo contrario, un gobierno de las derechas en Andalucía nova a cambiar, sino a hacer aún más elocuente, el carácter dependiente y precario de la economía y de la sociedad andaluza. Por supuesto, la zafiedad de unos “reconquistadores” que nos recuerdan la época más pestilente de nuestra historia no puede volver a ser argumento para derrotarnos.

Fuente: encampoabierto.com

jueves, 6 de diciembre de 2018

VIDEO COMPLETO, Jornadas "España: Feminismo, República y Democracia"




Análisis del voto en la Andalucía urbana y rural.

Los socialistas se han dejado cerca de 200.000 votos, la mitad de los 400.000 que han perdido, en las zonas más urbanizadas, donde se concentran casi dos tercios (un 65,4%) de la población andaluza. Pero también el PSOE ha sufrido la caída de la fidelidad de voto en las localidades más pequeñas, de hasta 10.000 personas, donde ha recogido el 37% de los votos frente al 50% que rozó hace casi cuatro años.
Las bajadas son generalizadas en toda Andalucía. El PP vive de nuevo un revés,tras el de 2015, en las áreas más pobladas, hasta el punto de verse sobrepasado por Ciudadanos en varias ciudades y algunas capitales de provincia. Localidades de más de 80.000 habitantes como El Puerto de Santa María en Cádiz o El Ejido en Almería, en las que los populares eran imbatibles desde 1996, les han sido arrebatadas por Ciudadanos y por Vox, respectivamente.
En Sevilla, que tampoco se libra del desgaste generalizado del socialismo, el área metropolitana sigue tirando del granero electoral por excelencia del PSOE, un entorno en el que el Partido Popular cae hasta la cuarta plaza con un 16,5%Málaga también da muestras de agotamiento para el PP, que conserva el liderazgo en el conjunto de la Costa del Sol por apenas un punto sobre Ciudadanos, al tiempo que cede el liderazgo en la capital malagueña al verse desplazado por los socialistas. Ciudadanos, dentro de su gran crecimiento en las áreas metropolitanas, consigue en esta zona sus mejores porcentajes junto a la capital onubense y el Campo de Gibraltar, en Cádiz.
En la provincia gaditana el ascenso de Ciudadanos es tal que casi dobla sus resultados en el conjunto de la Campiña de Jerez, la Costa Norte y la Bahía de Cádiz. Estas comarcas, son un buen reflejo de lo que le ha sucedido a Adelante Andalucía, la candidatura de confluencia de Podemos e Izquierda Unida, que de nuevo ve cómo las listas conjuntas no logran atraer el voto que las dos formaciones obtenían por separado en convocatorias anteriores. A pesar de dejarse más de 7 puntos respecto a 2015, la lista encabezada por Teresa Rodríguezse mantiene como primera opción en la capital, Cádiz. La marca de Podemos ha empeorado sus registros en todos los emplazamientos de más de 10.000 habitantes.
El Campo de Gibraltar es otro exponente de la apatía y el descontento que parecen haber sacudido Andalucía. Justo al comienzo de la campaña electoral, el Gobierno de Pedro Sánchez anunció inversiones en la zona por importe de más de mil millones de euros. De poco sirvió, pues los socialistas caen casi once puntos y medio, un descalabro que también experimenta el PP, que apenas queda un punto por encima de Vox, que aparece en la zona del Estrecho con su segundo mejor registro tras Almería.
Es en la capital y en el poniente almeriense donde Vox suma su primera victoria en cualquier tipo de comicio desde su fundación. En el municipio de El Ejido, han obtenido su mejor resultado, rozando el 30% del voto a candidaturas. Su éxito se ha extendido por toda la comarca, llegando a ser la segunda opción en Roquetas de Mar y otras cinco localidades, unos resultados que le aúpan por encima incluso de Ciudadanos.

Ciudadanos recoge los votos perdidos

Por Jose Molina y Marta Ley

Tanto el PSOE como el Partido Popular han obtenido sus peores resultados en democracia para unas elecciones andaluzas. Sin embargo, con respecto a los anteriores comicios, es la de Susana Díaz la formación que ha bajado más en porcentaje de voto a candidaturas. A pesar de que sigue siendo la fuerza más votada, el partido que lleva gobernando Andalucía desde el inicio de la democracia ha perdido el 7,7% de los votos, frente al 6,1% perdido por su eterno rival, el Partido Popular.
Por el contrario, el único partido de los que ya tenía representación en 2015 que ha mejorado sus resultados ha sido Ciudadanos, que prácticamente dobla su resultado: del 9,1% al 17,8%, teniendo en cuenta el voto a candidaturas.
Fuente: elmundo.es

miércoles, 5 de diciembre de 2018

VIDEO-DENUNCIA Desenmascarando a Santiago Abascal (VOX)



La televisión vasca ha realizado este documental sobre la ambición de Santiago Abascal, líder del partido de extrema derecha VOX, 

"Vox, la ambición de Santiago Abascal" es un trabajo realizado por el programa "360º" de ETB2, dirigido por Eider Hurtado, que destapa quién se esconde detrás de la presidencia de Vox, y se pregunta qué intereses empujaron a Abascal a abandonar Euskadi y ETB2..

Acta del Círculo de PODEMOS- Prado del Rey (TM11102601).  Prado del Rey Cádiz. Prado del Rey 1 de junio 2020. Reunida la asa...

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